El Comienzo

En mi casa había un taller de pintura. Dale a un chico un lugar donde expresarse y ahí estará, investigando los pomitos, los pinceles, los atriles. Era un lugar con pocos “no”, donde podía mancharme la ropa, las manos, quedarme hasta tarde,  y estar con gente feliz, haciendo lo que quería hacer, escuchando hablar con pasión. Santa Catalina era un bosque en Lomas de Zamora, ideal para salir a pintar en grupo, y ahí estaba, corriendo entre los árboles, jugando a la escondida, investigando las cuevas túneles y pasadizos secretos que rondaban esa estación solitaria, hasta que me aburría…-¿Mamá, puedo pintar?-Claro, apoyá el cartoncito contra un árbol, tomá pinceles tomá una paleta tomá trapo, tomá óleos, tomá un tachito con aguarrás y tomate un mate que ya sos grande.-Ja! Así empecé a pintar.

Los Maestros

En el taller mi vieja (Mara Menéndez) daba clases junto a Rubén Soriente, ellos fueron mis primeros maestros dado que yo siempre estaba dando vueltas entre los atriles y escuchaba los conceptos de pintura que después trataba de aplicar en mis dibujos. Fueron muchos años de modelo vivo, de bocetar y bocetar figura humana, cientos de papeles abollados, de rollos archivados llenos de carbonilla y algunos también colgados entre los laburos que se exponían.En ese grupo estaba Claudio Scheffer, a quien después tomé como maestro y amigo, era el pibe del grupo, el quilombero, el que se comía las naturalezas muertas que quedaban de modelo, explosivo con el color y con la “merca” como le dice al óleo cuando me pide que ponga más que no sea amarreta. Su pintura me conmueve.Con él después trabajé el color, descubriendo las figuras en la mancha y no en la línea, dejando que la tela “diga” para donde quiere ir. Las jornadas grupales empezaban a las 6 de la mañana en su casa con las facturas y el mate y terminaban bien tarde, depués del asado y con la ropa manchada a lo Pollok, dejando como testigo telas enormes pobladas de músicos, trompetas y bandoneones salpicados trapeados manchados volcados y llenos de Tom Waits, Muddy Waters o Astor Piazzolla…  

El Tango

Aoniken, un centro cultural fundado por mi vieja y amigos, el lugar donde hice todos los talleres que me gustaron: canto, yoga, telar, cerámica, literatura, teatro, bandoneón, tango. Ese me gustó, tango. Y empezé a bailar mucho, armamos el grupo “citrotango” así le decíamos porque nos íbamos con el profe (el indio) y Pablito que tenía un citroen, a capital para bailar en las plazas y pasar la gorra y después ir a las milongas. Así empecé a bailar, tenía 17 años.Después tomé clases con Gloria y Eduardo primero y con Pepito Avellaneda y Zusuky después. Con Pepito hicimos una gran amistad, nos íbamos de “rotation” a las milongas, para mi era un honor sentarme en su mesa y mejor aún cuando me sacaba a bailar, terminaba sin saber qué había hecho pero con la certeza de haberlo hecho bien y el alma llena de disfrute, era un placer que te lleve con la panza y te diga “piba, vos bailás!”Cuando conocí las milongas me enamoré de Buenos Aires, de la noche, del tango. Me iba sola a bailar y mirar mirar mirar! Años después, cuando expuse en el Tasso tuve el placer de conocer muchos artistas del tango, entre ellos a Rubén Juárez, Rodolfo Mederos, Horacio Ferrer, Liliana Herrero, al trío Gorosito Cataldi De la Vega, Susana Rinaldi, gente que admiro mucho y que además hoy en día tengo una hermosa amistad con algunos de ellos.El tango me entró mucho por los ojos, disfrutaba cada mesa, cada color, cada escena. Y en el momento de pintar…¿qué pintar? La milonga, los bailarines, los músicos, los mozos, los bares, los amantes, la noche, los pisos de damero, los bandoneones, los conventillos, los zaguanes... sin proponérmelo me encontré pintando tango Tango TANGO!!

Las Expos

Mi primera exposición individual fue en La morada del tango, en San Telmo, en el año 2001, estaba taaaan nerviosa que me olvidé de invitar a la gente jajaja de todo se aprende…También ese año expuse en Entre Ríos, en el Hotel Quirinale, donde terminé bailando con la orquesta que esa noche se presentaba, la pintura y el baile, una mezcla perfecta.En el 2002 hice una exposición en La Casa de la Cultura de Alte. Brown en Adrogué. Estuve dos meses armándola, un salón enorme donde entraron alrededor de 50 cuadros y una sala de teatro donde entraron 100 personas a ver una obra sobre la pintura y el tango que escribimos y actuamos con una amiga (Natalia Lozano), donde también hubo músicos haciendo Jazztango, baile, pintura en vivo, y qué sé yo…sensaciones, una mezcla de todo. Fue hermoso y emocionante.En el 2003 dejé fotos de obras en varios lugares y me llamaron del Torquato Tasso (San Telmo), donde expuse y quedaron las obras permanentes hasta el día de hoy (cambiando la expo, llevando cosas nuevas), de la galería de arte Leonardo Da Vinci (Cap. Fed.) donde expuse durante dos meses y del Café Homero, donde expuse durante dos años.En el 2004 expuse en el Salón Dorado del Teatro Colón, nada menos! gracias al trío Gorosito-Cataldi-De la Vega que me convocó, excelentes músicos, hermosa gente…También ese año expuse en  la Escuela de Tango Carlos Copello, en el Abasto.En el 2005 me metí por primera vez en un concurso de pintura, me fui con mi cuadro abajo del brazo, un día de mucho viento (me acuerdo porque varias veces casi salgo volando) y lo dejé en la galería de arte de los Cuatro Vientos (jaja recién caigo) en San Telmo, el día de la entrega de premios me olvidé por completo de ir y me enteré después por mail que había sacado el primer premio!Así que volví a intentarlo, y participé del Salón Pequeño Formato Museo Claudio Leon Sempere esa vuelta me fui con mi hija Luna a la entrega de premios y saqué primera mención, pasé con ella a buscarlo, fue muy lindo.Después participé del Concurso de Manchas Raul Soldi (Glew) al que había ido muchos años a cebarle mate a mi vieja, esta vez pinté yo también, me acuerdo que la mitad del tiempo estuve buscando lugares, eran todos hermosos, y cuando me dispuse a pintar ya sólo quedaban dos horas de concurso, a manchar! Saqué un tercer premio, como loca de contenta!En el 2006 expuse en la galería de arte Tangoar y sigo llevando y cambiando cuadros.También ese año expuse un cuadro de 1,20 x 1,50 en el Teatro ND Ateneo el día que tocaba la Selección Nacional de Tango y cantaba Rubén Juárez, el cuadro era “La selección nacional”, donde se veía a todos los músicos desde la mancha, como aprendí con Claudio, un poco de informalismo agregado a mi pintura que es más realista, la oscuridad del tango con el brillo del escenario. Es uno de los trabajos que más me gustan junto con “Castillo de invierno”, “Sueño”, “Criaturas de la noche” entre otros…  En el 2007 participé del Galery Night que se hace en Las Lomitas (Lomas de Zamora)Y sigo exponiendo en el Centro Cultural Torquato Tasso (Defensa 1575 – San Telmo) Ahora preparo obra para hacer un expo, cuadros grandes de orquestas, bailarines, bares, milongas y milongueros, en fin, ese mundillo apasionado, oscuro, y salpicado de historias que es el del tango. 

Florencia Menéndez